sábado, 26 de junio de 2010

Una cultura de vida

Disfrutando de los manjares de la Tierra.

Una de las cosas que mas me gusta de mis viajes a Sevilla, es que realmente voy a la zona que linda con Jerez y el puerto de Santa Maria, con lo que esto conlleva de sufrimiento, jejejeje, esos vinos tomados directamente del tonel acompañados por unos altramuces y rodeado de buenos amigos hacen perder la noción del tiempo.

Andalucía tiene muchos atractivos por los que quedarse: unas playas maravillosas, un patrimonio artístico extraordinario, un ambiente festivo sin par y, cómo no, una sabrosa gastronomía. Y para degustarla, nada más típico que unas tapas acompañadas con vino fino o dulce . Todo lo que hay alrededor de este vino es un estilo de vida que más que una bebida es toda una cultura.

Una experiencia sin igual

Disfrutar del fino en los bares y tabernas andaluzas, con su especial encanto y el ambiente acogedor de sus gentes. La alegría y la charla amistosa fluyen entre copas de vino y tapas de los mejores productos de la tierra, como el jamón, el pescado frito, el embutido, los mariscos o los altramuces "chochitos" llamados típicamente.
Las bodegas de crianza de la Denominación de Origen de Jerez están situadas en Cádiz, en las localidades de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.
Y para degustarlo en casa…
En el caso de que quiera llevarse fino como recuerdo , tenga en cuenta una serie de recomendaciones: a diferencia de otros vinos, las botellas deben mantenerse en posición vertical. Además, por su carácter delicado, debe ser consumido en los meses siguientes a su embotellado y, una vez abierto, hay que guardarlo en el frigorífico, bien cerrado, conservándolo una semana como máximo, ya que después de ese tiempo pierde sus propiedades.
Pero en mi caso no suele durar tanto.

jueves, 24 de junio de 2010

UN SOL EN LA TIERRA

EL GIRASOL
En mi fin de semana por las tierras de Sevilla y cuando el verano esta a la vuelta de la esquina, largos llanos de girasoles pintan de amarillo los campos regados por el rió Guadalquivir. De aqui tome una foto como muestra.
El origen del girasol se remonta a 3.000 años a.C. en el norte de México y Oeste de Estados Unidos, ya que fue cultivado por las tribus indígenas de Nuevo México y Arizona.
El girasol era uno de los principales productos agrícolas empleados en la alimentación por muchas comunidades americanas antes del descubrimiento.

La semilla de girasol fue introducida en España por los colonizadores y después se extendió al resto de Europa.
El girasol fue cultivado durante más de dos siglos en España y en el resto de Europa por su valor ornamental, debido al porte y sobre todo a la belleza de sus inflorescencias.
Fue durante el siglo XIX cuando comenzó la explotación industrial de su aceite destinada a la alimentación.

jueves, 17 de junio de 2010

Juegos Tradicionales

La Comba

Se juega con una cuerda. Dos jugadores la agarran, uno por cada extremo, para dar vueltas a la cuerda. Los demás se colocan en fila para ir pasando a saltar sin perder turno, una vez que empieza a saltar el primero. Si uno no salta cuando le toca, o tropieza con la cuerda, se para el juego y éste pasa a "ligársela", o lo que es lo mismo, a "dar a la comba".
Mientras que uno salta, los demás cantan una canción y según como sea ésta, se da a la comba a un ritmo diferente. En el juego de la comba existen muchas variantes, casi siempre acompañada de una canción determinada.

Como veis no se necesita ni enchufe ni pilas, solo ánimos y amig@s para divertirse en la calle. Como jugábamos nosotros a esto y muchos mas juegos.

También teníamos nuestras canciones que sabíamos todos de memoria:

"Al pasar la barca"

"Al pasar la barca,

me dijo el barquero:

las niñas bonitas,

no pagan dinero.

Yo no soy bonita,

Ni lo quiero ser,

Arriba la barca,

Una, dos y tres".

miércoles, 9 de junio de 2010

TRADICIONES II

EL INCIENSO

¿Qué quiere simbolizar el incienso?

Lo que el incienso quiere significar en nuestra liturgia nos lo han ido explicando los varios documentos con sus explicaciones.

  • El incienso crea una atmósfera agradable y festiva en torno a lo que se inciensa, a la vez que crea un aire entre misterioso y sagrado por la sutil impalpabilidad de su perfume y de su humo.

  • Expresa elegantemente el respeto y la reverencia hacia una persona o hacia algún símbolo de Cristo.

  • Pero más en profundidad indica la actitud de oración y elevación de la mente hacia Dios. Ya el Salmo 140 nos hace decir: "suba mi oración como incienso en tu presencia".

  • El incienso es símbolo, sobre todo, de la actitud de ofrenda y sacrificio de los creyentes hacia Dios. El incienso une de algún modo a las personas con el altar, con sus dones y sobre todo con Cristo Jesús que se ofrece en sacrificio.

¿A quiénes se inciensa?

-El Misal Romano sugiere con libertad el uso del incienso en estos momentos de la Misa:

  • Durante la procesión de entrada

  • Al comienzo de la Misa para incensar el altar

  • En la procesión y proclamación del evangelio

  • En el ofertorio, para incensar las ofrendas, el altar, el presidente y el pueblo cristiano

  • En la ostensión del Pan consagrado y del Cáliz después de la consagración (IGMR 235)

a) Llevar incienso en la procesión de entrada e incensar el altar que va a ser el centro de la celebración eucarística, puede indicar el respeto al lugar, a las personas y al altar, o simplemente significar el tono festivo y sagrado de la acción que empieza. Pero el Misal no da demasiado relieve a este primer gesto: siempre se ha considerado más importante la incensación del altar en el ofertorio.

b) La incensación del evangelio fue entrando a partir del siglo XI como signo de honor y respeto hacia Aquél cuyas palabras vamos a escuchar. El Misal (IGMR 33 y 35) explica por qué en el momento del evangelio se acumulan los signos de especial veneración: el lector ordenado, la postura de pie, el beso y otras muestras de honor entre las que hay que recordar el incienso.

c) El uso del incienso en el ofertorio tiene especial interés. El altar y las ofrendas de pan y vino sobre él se inciensan "para significar de este modo que la oblación de la Iglesia y su oración suben ante el trono de Dios como el incienso" (IGMR 51).
En este momento "también el sacerdote y el pueblo pueden ser incensados". Junto con el pan y el vino ofrecidos sobre el altar, y que son incensados, también el presidente se ofrece a sí mismo, y con él toda la comunidad y así se convierten ellos mismos en ofrenda y sacrificio, unidos e incorporados al sacrificio de Cristo. Son las personas, principalmente, las que vienen a ser simbolizadas como ofrenda y homenaje a Dios, con el gesto del incienso. Si nada más fuera un gesto de honor, se quedaría la asamblea sentada mientras la inciensan. En cambio, se pone de pie para indicar su actitud positiva, comprometida, de unión espiritual con las ofrendas eucarísticas.

d) En la consagración el acto de la incensación manifiesta al Señor mismo. Todas las incensaciones se dirigen a los signos sacramentales de la presencia del Señor: el altar, la cruz, el libro del evangelio, el presidente, la asamblea. Ahora se inciensa el pan y el vino consagrados, el signo central y eficaz de la auto-donación de Cristo.

Con todo esto , la imagen lo dice todo, esta fue tomada el día del corpus en Macael el domingo 6 de junio ya que aquí no se celebra en Jueves como se hacia antiguamente.

domingo, 6 de junio de 2010

Siguiendo las tradiciones.

El Corpus.
A fines del siglo XIII surgió en Lieja, Bélgica, un Movimiento Eucarístico cuyo centro fue la Abadía de Cornillón fundada en 1124 por el Obispo Albero de Lieja. Este movimiento dio origen a varias costumbres eucarísticas, como por ejemplo la Exposición y Bendición con el Santísimo Sacramento, el uso de las campanillas durante la elevación en la Misa y la fiesta del Corpus Christi.
Santa Juliana de Mont Cornillón, por aquellos años priora de la Abadía, fue la enviada de Dios para propiciar esta Fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.

Desde joven, Santa Juliana tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre anhelaba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haber intensificado por una visión que tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.

Juliana comunicó estas apariciones a Mons. Roberto de Thorete, el entonces obispo de Lieja, también al docto Dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos y a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Lieja, más tarde Papa Urbano IV.

El obispo Roberto se impresionó favorablemente y, como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; al mismo tiempo el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan escribiera el oficio para esa ocasión. El decreto está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten, V.I. 276), junto con algunas partes del oficio.

Mons. Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la fiesta se celebró por primera vez al año siguiente el jueves posterior a la fiesta de la Santísima Trinidad. Más tarde un obispo alemán conoció la costumbre y la extendió por toda la actual Alemania.

El Papa Urbano IV, por aquél entonces, tenía la corte en Orvieto, un poco al norte de Roma. Muy cerca de esta localidad se encuentra Bolsena, donde en 1263 o 1264 se produjo el Milagro de Bolsena: un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de partir la Sagrada Forma, vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 junio de 1264. Hoy se conservan los corporales -donde se apoya el cáliz y la patena durante la Misa- en Orvieto, y también se puede ver la piedra del altar en Bolsena, manchada de sangre.

El Santo Padre movido por el prodigio, y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la Iglesia por medio de la bula "Transiturus" del 8 septiembre del mismo año, fijándola para el jueves después de la octava de Pentecostés y otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio.

Luego, según algunos biógrafos, el Papa Urbano IV encargó un oficio -la liturgia de las horas- a San Buenaventura y a Santo Tomás de Aquino; cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el oficio hecho por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en pedazos.

La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y, en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. En 1317 se promulga una recopilación de leyes -por Juan XXII- y así se extiende la fiesta a toda la Iglesia.

Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV, y se hicieron bastante comunes a partir del siglo XIV.

La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.

En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.

Finalmente, el Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad; y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Pues bien después de un poco de historia, cada pueblo lo celebra de distintas maneras y todas muy especiales. En Macael el repique de campanas da comienzo a la celebración eclesiástica.

Después de una larga hora en esta ocasión de mucho calor, da comienzo a la procesion del corpus con su recorrido establecido desde antaño y cada calle adornada con lujosos Edredones, Colchas dan paso a un altar donde el corpus hace su parada.Después de pasar por las numerosas paradas y recibiendo el clamor del pueblo,los niñ@s con sus campanillas con su tintineo regresan a la plaza donde en un escenario altar donde se termina la procesión y conjuntamente padres niños, el resto de el pueblo da por terminado la ceremonia celebrando la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.